[01] Exponer
Nuevo Alberdi es un barrio periurbano, ubicado en el extremo noroeste de la ciudad de Rosario, Argentina. Alberga a más de 1936 familias y está atravesado por el canal Ibarlucea. Esta división natural configura una zona urbana con asentamientos tradicionales en un lado del canal, mientras que del otro se extiende una zona rural de 500 hectáreas, inundable, sin calles, luz ni agua, pero habitada por familias que durante décadas se dedicaron a la fabricación de ladrillos y a la cría de animales.
La trágica inundación de 2007 marcó un punto de inflexión, facilitando la especulación inmobiliaria a través de la adquisición de tierras inundables a muy bajo costo. Este proceso impulsó la expansión de barrios cerrados mediante el uso de topadoras y fuerzas parapoliciales. Frente a las presiones y desalojos silenciosos que sufrían las familias del barrio, se conformó la Asamblea Popular de Nuevo Alberdi. Esta organización impulsó una combinación de trabajo territorial, movilización social y proyectos legislativos que lograron, entre otras cosas, visibilizar y poner en el centro de la discusión pública las consecuencias conflictivas del modelo de desarrollo urbano que se imponía en Rosario.
Este modelo hegemónico, lejos de ofrecer soluciones, sólo garantiza la exclusión de las familias, mientras facilita el avance monopólico del sector privado sobre la tierra en la periferia de la ciudad.
[02] Proponer
Ante la creciente presión del sector inmobiliario, Nuevo Alberdi no se limitó a la denuncia, sino que desarrolló una propuesta concreta para enfrentar esta realidad. La ordenanza “¡Ya Basta!”, que prohíbe la construcción de barrios cerrados en la ciudad de Rosario, surgió como una alternativa directa para democratizar la ciudad y evitar la expansión de desarrollos inmobiliarios que buscaban consolidar la fragmentación territorial y la desigualdad social. A través de este proyecto de ordenanza, la comunidad no solo resistió, sino que propuso un modelo alternativo que democratiza el acceso al suelo y promueve la integración social y territorial. Lejos de agotar el proceso de resistencia, la Asamblea, junto con el Movimiento Social Giros, impulsó otras iniciativas de carácter prefigurativo.
Estos años no fueron sólo de resistencia sino, fundamentalmente, de apuesta por la construcción de proyectos territoriales y nuevas institucionalidades, con el fin de solidificar el arraigo y la identidad colectiva del barrio. La Escuela Ética, primera secundaria de gestión social reconocida por la provincia de Santa Fe; el Tambo La Resistencia, una cadena láctea que produce e industrializa 1000 litros de leche diarios; y la construcción de un instrumento político local llamado “Ciudad Futura” que se propuso ocupar y transformar instituciones estatales locales como el Concejo y la Municipalidad de Rosario, además de haber logrado expandirse a otras ciudades de la provincia de Santa Fe.
[03] Politizar
A través de la creación de Ciudad Futura, la Asamblea y los movimientos sociales Giros y Movimiento 26 de Junio lograron transformar una experiencia local en un instrumento político con el objetivo de disputar el poder en el ámbito institucional. La participación en el Concejo Municipal de Rosario permitió impulsar reformas que trascendieron un solo barrio, proponiendo una alternativa de gobernanza para toda la ciudad. Este aprendizaje se difundió y se convirtió en una referencia para otras comunidades, fortaleciendo una red municipalista que lucha por el derecho a la ciudad en diversas localidades de la provincia de Santa Fe.
